¿Cómo influye la meditación en el comportamiento humano?
Seguramente habrás leído que la psicología está definida como una ciencia, pues estudia los procesos mentales, las sensaciones y los comportamientos de las personas; y que la meditación es una práctica de entrenamiento de ciertos tipos de procesos mentales muy específicos. Pero…¿Qué relación tiene la psicología y la meditación? Aquí te explicamos mejor.
Relación entre la meditación y la psicología de las personas
Algunos estudios realizados por expertos como el de Frontiers, han demostrado que el cerebro realmente responde a la meditación, esto permite a la psicología profundizar sobre los beneficios que tiene esta práctica en el cuerpo de las personas, incluso a nivel cerebral y psicoemocional.
Es curioso, pero se ha demostrado que la meditación le permite a zonas específicas de nuestro cerebro crecer y transformarse, potenciando algunas de sus funciones vitales. También produce un aumento de la materia gris (relacionada con la memoria funcional de las personas) demostrando porqué se incrementa la facilidad de memorización en las personas.
Es increíble cómo la meditación y la psicología se han convertido en aliadas para encontrar respuestas acerca del funcionamiento del cerebro ante los comportamientos y sensaciones del ser humano.
Uno de los principales objetivos de la meditación (y más deseados por quienes la practican), es transformar la mente y aprender a relacionar de manera positiva los pensamientos y sentimientos, obteniendo grandes beneficios científicamente comprobados, y todo a través del estado de relajación profunda.
¿Te gustaría conocer los beneficios que trae practicar la meditación? aquí te mencionaremos algunos muy importantes:
1-. Reduce el estrés
Un importante estudio sobre los ‘Programas de meditación para el estrés psicológico y el bienestar’ ha descubierto que la meditación reduce en un 95% la producción de la hormona cortisol, responsable de generar el estrés físico y mental.
2-. Mitiga la sensación de ansiedad
En un estudio con 18 participantes realizado durante tres años a pacientes para tratar los trastornos de ansiedad, y para conocer la evolución y reducción del estrés basado en la meditación, concluyó que quienes meditan regularmente son más propensos a mantener niveles bajos de ansiedad a largo plazo en comparación con quienes no lo hacen, lo que se traduce en una mejor salud mental.
3-. Mejora el bienestar emocional
¿Sabías que la meditación también reduce la depresión? Al haber sido puesta a prueba en un estudio en 2012, una investigación mostró que la práctica del mindfulness o atención plena redujo la depresión en más de 4,600 adultos al ser tratados por trastornos depresivos en fase aguda y subaguda.
4-. Ayuda a un mejor autoconocimiento
A través de la meditación puedes reconocer ideas negativas en las personas comprendiendo sus patrones recurrentes de pensamiento. Esto contribuye a generar una mentalidad más positiva.
5-. Promueve la capacidad de atención
Estudios realizados en 2007 en los programas de atención plena en adolescentes y adultos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), comprobaron que una capacitación realizada en meditación generó mejoras previas y posteriores en los síntomas de TDAH, aumentando a su vez, el rendimiento en tareas que miden la atención y la interrupción cognitiva de las personas.
6-. Permite ser más amable
Algunos expertos comentan que si dispones de más esfuerzo en la meditación Metta, puedes experimentar sentimientos mucho más positivos.
7-. Aumenta la disciplina
La meditación te permite desarrollar disciplina y voluntad, esto te ayudará a alejarte de adicciones o hábitos no deseados.
Datos curiosos acerca de la meditación
¿Meditación mientras caminas o realizas otras actividades? Si bien la meditación implica quietud corporal, existen otras formas de hacerlo, existen prácticas alternas de la meditación tradicional que también son un ejemplo de atención plena y permiten enfocar tus pensamientos o sentimientos en lo que estás haciendo como comer, caminar, dibujar, entre otras.
Lo más importante en este caso es, por ejemplo, que si estás comiendo, intentes sentir las texturas, aromas, sabores y sensaciones que se producen al ingerir los alimentos.