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La meditación: un camino hacia la sanación física y espiritual

CARLOS ANDRÉS LONDOÑO – 20 de enero 2018, 11:25 P. M.

Las prácticas de meditación generan cada vez más interés entre la población general y la comunidad científica. Hace algunas décadas no era tomada tan en serio, pero cada vez existe más evidencia sobre los beneficios de esta disciplina. Veamos de qué se trata.

Para algunos expertos, meditar implica enfocar atentamente el pensamiento en algo, es decir, lograr un estado de concentración profunda. La meditación es generalmente vinculada a la espiritualidad, pero también es empleada por áreas de la ciencia como la psicología y la psiquiatría, que incorporan elementos de la meditación al ‘mindfulness (Atención Plena)’, una técnica empleada en las psicoterapias de nueva generación y que se ha posicionado en el modelo médico occidental para el tratamiento de problemas físicos y psicológicos.

En mi experiencia como médico psiquiatra he podio evidenciar que la meditación es un excelente coadyuvante en el manejo del estrés, la ansiedad y la dependencia emocional, entre otras alteraciones psíquicas. Alguna vez, un paciente me decía: “Tuve ansiedad, ira, miedos, en especial por la muerte de mi hijo, pero la meditación me ha ayudado a mejorar mis problemas psicológicos”.

He tenido otros pacientes con diagnóstico de supresión del eje hipotálamo hipofisiario, un sistema localizado en el cerebro cuya función es regular los niveles hormonales del organismo. Luego de usar técnicas de meditación, las funciones hormonales de esos pacientes mejoraron ostensiblemente. Una de ellas logró incluso quedar embarazada luego de años de intentos fallidos.

La evidencia científica ha demostrado que, aparte de reducir el estrés, la ansiedad y los síntomas de depresión, la meditación contribuye a cultivar la inteligencia emocional y la empatía. Además, ayuda en los procesos de memoria y concentración, es útil para alcanzar la paz interior, además de controlar los impulsos. Así mismo, conduce a un incremento de la autoconciencia y el autoconocimiento y regula las hormonas, el sueño y el sistema inmunológico.

La meditación aporta al tratamiento y prevención de enfermedades físicas diversas derivadas del estrés y el dolor. Y, como si fuera poco, podría mejorar la calidad de vida en pacientes con artritis reumatoide, asma, diabetes e hipertensión arterial.

En 1992, científicos de la Universidad de Wisconsin, Madison (EE. UU.), desarrollaron una investigación en colaboración con el Dalái Lama y otros monjes budistas. Los investigadores concluyeron que la meditación permite alcanzar niveles de conciencia inusuales debido a la creación de conexiones neuronales inexistentes en aquellas personas que no practican esta disciplina.

 

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Por su parte, investigadores de la Universidad de California también encontraron que quienes meditan tienen más materia gris en el cerebro y más conexiones de lo normal en ese órgano.

En síntesis, la ciencia demuestra que esta milenaria y trascendental práctica conduce a una mejoría notable en la calidad de vida de quienes la practican.

Al analizar la actividad cerebral durante la meditación mediante un electroencefalograma, se puede apreciar que en la meditación avanzada se registran ondas cerebrales asociadas a relajación profunda.

Entre las celebridades que defienden y se han beneficiado de la meditación se encuentran los Beatles, que se erigieron como las primeras estrellas en adoptar esta disciplina.

El actor Richard Gere se levanta temprano a meditar.

Otros famosos que practican la meditación son la presentadora de televisión Oprah Winfrey, el empresario y filántropo estadounidense Warren Buffett y la actriz española Penélope Cruz.

Una mención especial merece el Dalái Lama, líder de la escuela Gelug del budismo tibetano y premio nobel de paz en 1989.

CARLOS ANDRÉS LONDOÑO

Médico psiquiatra