Estrés y Ansiedad
El estrés, un asesino silencioso que nadie ve.
Si está padeciendo de colitis, gastritis, fuertes dolores de cabeza, entre otros síntomas, de manera frecuente, es aconsejable meditar en la posible causa de dichos padecimientos. De acuerdo al Dr. Iván Kafarela, médico internista de Medicentro La Sabana, en algunos casos el origen de todos estos males podría radicar en los altos niveles de estrés que padecemos.
El cerebro, el corazón y el estómago son los primeros órganos que se ven afectados por la respuesta (mecanismos de defensa) que nuestro cuerpo tiene cuando se encuentra ante una situación amenazante. Los científicos coinciden en que el estrés en sí no es malo, porque nos ayuda a huir de situaciones que podrían resultar peligrosas. Sin embargo, el sometimiento crónico a esta situación es lo que afecta negativamente nuestra salud.
En una entrevista brindada al programa televisivo Giros, el Dr. Kafarela explicó que lo primero que debemos hacer para combatir el estrés es reconocer que lo estamos padeciendo. “Muchos pacientes llegan a la consulta diciendo que creen que tienen un infarto o que tienen dolor de cabeza o colitis, pero al final hay un factor generador de esos síntomas”, asegura.
¿Qué pasa con nuestro organismo?
A nivel cerebral
Según afirma Kafarela, el estrés hace que el cerebro libere neurotransmisores – mensajeros químicos que llevan información de una neurona a otra – mismos que nos hacen sentir bien o mal. Entre ellos está la serotonina, dopamina y norepinefrina.
Cuando hay un desnivel en la dopamina, por ejemplo, la persona tiende a sentirse triste, agobiada, cansada o fatigada. En el caso de la norepinefrina, un cambio en sus niveles produce que al cuerpo le falte energía. Y cuando tenemos un buen nivel de serotonina, nos sentimos contentos.
“Cuando hay mucho estrés, se ve afectada la funcionalidad de esos neurotransmisores, que también tienen influencia en las hormonas y nuestro funcionamiento metabólico”, advierte el médico.
A nivel cardiovascular
El Dr. Kafarela expresa que, en estas circunstancias, el cuerpo libera una carga de adrenalina y epinefrina, hormonas que elevan la frecuencia cardíaca y suben la presión arterial.
“Es el típico fenómeno de la persona que siente el corazón rápido o dolor de cabeza, se le enrojece el rostro e incluso tiene síntomas que le hacen sospechar de un infarto”, dice.
Además, podría ocurrir que, sin antes haber padecido de presión alta, el pciente tenga una experiencia repentina relacionada a la misma.
“Hay una conexión entre el exceso de estrés o de angustia con liberación de esas hormonas y una elevación de la presión”, recuerda Kafarela.
A nivel digestivo
Cuando estamos estresados, nuestro sistema digestivo libera mayores niveles de ácido gástrico y ácido clorhídrico, lo que genera problemas digestivos. Asimismo, el páncreas libera mucha mayor cantidad de jugos pancreáticos. En consecuencia, se ve afectado el funcionamiento de hígado y del páncreas como tal.
“Algunas personas sufren de úlceras de estrés porque tienen niveles altísimos de angustia y ansiedad ante un evento o situación determinada. Las úlceras de este tipo no son malignas, pero sí sintomáticas”, afirma Kafarela.
¿Qué podemos hacer?
A nivel físico y mental
Practicar el autocontrol a través de actividades como la meditación, ya que éstas ayudan a calmar la ansiedad. De igual manera, buscar cómo practicar deporte o pasar tiempo al aire libre.
“El deporte mejora la condición cardiovascular. El corazón y nuestros vasos sanguíneos funcionan mejor, el cerebro tiene mejores neurotransmisores, por lo que tendremos un nivel de hormonas más estable. Por eso se dice que la gente que hace ejercicio es más feliz. El ejercicio libera la tensión, baja la carga muscular, hay menos contracturas”, alega.
A nivel nutricional
Para el estómago afectado (inflamado)
Evitar la ingesta de brócoli, coliflor y apio, además de carne roja por la noche, o lácteos.
Implementar dietas de 5 o 6 tiempos, para ingerir menos cantidad de comida por tiempo.
Comer banano, pues esta fruta mejora la producción de melatonina y favorece el sueño.
Ingerir bebidas aromáticas (té de hierbas como la menta) y semillas secas como las almendras o nueces (masticarlas despacio ayuda a bajar los niveles de angustia).
¿Te gustaría conocer los beneficios que trae practicar la meditación? aquí te mencionaremos algunos muy importantes con respecto al estrés y la ansiedad:
1-. Reduce el estrés
Un importante estudio sobre los ‘Programas de meditación para el estrés psicológico y el bienestar’ ha descubierto que la meditación reduce en un 95% la producción de la hormona cortisol, responsable de generar el estrés físico y mental.
2-. Mitiga la sensación de ansiedad
En un estudio con 18 participantes realizado durante tres años a pacientes para tratar los trastornos de ansiedad, y para conocer la evolución y reducción del estrés basado en la meditación, concluyó que quienes meditan regularmente son más propensos a mantener niveles bajos de ansiedad a largo plazo en comparación con quienes no lo hacen, lo que se traduce en una mejor salud mental.
3-. Bajarás las revoluciones
La meditación te calma, baja tus revoluciones. Si de algo nos damos cuenta en los últimos años es que nuestro nivel de estrés (y por lo tanto de cortisol en sangre) aumenta considerablemente, así como las pulsaciones consecuencia de este estrés. La meditación te ayuda a calmarte. Esto no quiere decir que harás menos e irás más despacio, sino que actuarás con más tranquilidad en tu vida.
4-. Aumenta tu atención y reduce tu ansiedad
En la misma universidad, en un estudio con más de 50 personas se descubrió como la meditación bajaba sus niveles de ansiedad y aumentaba su atención. Si te das cuenta, un hecho que estamos presenciando todos, es que nos falta capacidad para estar atentos, nuestra dispersión es quizás uno de nuestros principales problemas actualmente. Hace unos años podías estar 20 minutos sentado sin hacer nada. Ahora no puedes pasar 2 minutos sin consultar tu smartphone.
5-. Cambiarás la estructura de tu cerebro
En los últimos años se ha hablado de la plasticidad del cerebro, de nuestra capacidad para poder «reconectar» o «recablear» nuestro cerebro, y por lo tanto nuestra actitud, creencias y forma de relacionarnos con el mundo. Mediante la meditación contribuimos a desarrollar áreas del cerebro que de otra forma habrían permanecido dormidas.
6-. Aumentarás la concentración y la creatividad y aprendizaje
En el Hospital General de Massachusetts un grupo de psiquiatras descubrieron mediante resonancia magnética funcional como las personas que meditaban asiduamente tenían zonas del cerebro con más materia gris que un grupo de control. Una de las regiones más ampliada era el lóbulo frontal, un área muy importante para la toma de decisiones y la memoria. Lo más importante de este descubrimiento fue que en los meditadores no menguaba con la edad esta área, previniendo el deterioro natural de la memoria.
En otro estudio se descubrió como el hipocampo se amplió, un área clave para el aprendizaje, la memoria y la regulación de las emociones. Se conoce por muchos estudios que las personas con depresión tienen menos materia gris en esta zona.
7-. Alivia el estrés, la ansiedad y la depresión
La meditación te permite reducir las sensaciones de estrés y ansiedad, como muestran los doctores Richard J. Davidson y Antoine Lutz. Ellos han confirmado que la atención plena y la meditación zen permiten adaptar el cerebro para reducir sus síntomas. Asimismo también se ha logrado comprobar que esta práctica reduce la densidad del tejido cerebral asociado con el sentimiento de preocupación.
La meditación es capaz de reducir los niveles de cortisol y ayudar a que te sientas más relajado, un estado de quietud y estabilidad que puedes conseguir con tan solo 10 minutos de práctica. La meditación también te permite entrenar tu mente para concentrarte en el presente y reducir los pensamientos ansiosos, lo que logra un efecto calmante que permite tratar problemas como la depresión, el insomnio, el bajo estado de ánimo y la pérdida del apetito.
8-. Reduce la ansiedad:
En un estudio realizado por la Universidad de Oxford, quedó demostrado cómo técnicas como la meditación, mindfulness o la práctica del Yoga, reducen notablemente los niveles de cortisol, una hormona que libera el organismo en respuesta a los estados de estrés. Esta hormona se incrementa en situaciones de estrés, produciendo muchos efectos secundarios a nivel fisiológico y psicológico. A través de la serenidad y calma que aporta la práctica de la meditación diaria, se reducen de forma significativa los niveles de cortisol, disminuyendo la sensación de ansiedad y generando un mayor bienestar físico y emocional.
9-. Mitiga los efectos del estrés:
El estilo de vida característico de nuestra sociedad puede llevar a muchas personas a padecer estrés, un estado que, en niveles altos, o si la situación se alarga, puede desencadenar importantes problemas de salud y afectar negativamente a nuestra calidad de vida. Según demuestra el estudio de la Universidad de Harvard, a través de la meditación diaria podemos combatir los estados de estrés, ya que ayuda a reducir los niveles de cortisol.
Como apoyo a esta teoría demostrada científicamente, encontramos otro estudio elaborado por la Universidad de Calgary (Canadá), publicado en la reconocida revista de la “American Psychosomatic Society”. Los resultados de este estudio confirman la efectividad de la práctica regular de la meditación, en tan sólo 7 semanas, para influir positivamente en la regulación del estado de ánimo ante situaciones de estrés. A través de la meditación diaria, se obtiene una importante reducción de los síntomas relacionados con el estado de estrés. A nivel mental, se producen mejoras, tanto en los procesos cognitivos, como emocionales directamente relacionados con el estrés: reduce la ansiedad y otras emociones asociadas, como la ira, la confusión mental o la sensación de pérdida de control. También, a nivel fisiológico, produce efectos positivos como la disminución de la presión arterial, reducción del ritmo cardíaco y mejoras en el sistema digestivo. Todo ello, desencadena en el organismo un proceso que deriva en una notable reducción de los síntomas asociados a las situaciones de estrés.
10-. Reduce el insomnio:
Gracias a la meditación, otra de las grandes ventajas que obtenemos es un importante alivio en los problemas del insomnio. Un estudio de la Universidad de Utah demuestra cómo, a través de la práctica diaria de meditación y Mindufulness , no sólo conseguimos reducir los estados de estrés, ansiedad y (Atención Plena) la depresión, sino que también obtenemos un sueño más reparador. Gracias a la mejora que se obtiene en el control de las emociones durante todo el día a través de la meditación, se produce un efecto positivo por las noches, ya que el sueño es un espejo de los pensamientos y emociones que hemos experimentado a lo largo del día. Además, al reducirse los niveles de cortisol en el organismo, nuestro cuerpo y nuestra mente presentan una mejor disposición para conciliar el sueño, ayudándonos a dormir mejor y poder despertar al día siguiente con mayor vitalidad.
11-. La práctica de la meditación de Atención Plena incrementó la materia gris del cerebro de sus practicantes.
Estudio que muestra las evidencias de las transformaciones que produce la práctica de meditación durante 8 semanas en la morfología cerebral.
Imágenes por resonancia magnética anatómicas de dieciséis, los participantes en la meditación fueron evaluados antes y después de que se sometieron al programa de ocho semanas .
Los cambios en la concentración de materia gris se investigaron mediante morfometría basada en voxel , y se compararon con un grupo control de lista de espera de 17 personas .
Los análisis en unas regiones a priori de interés confirmaron aumentos en la concentración de materia gris en el hipocampo izquierdo Todo el análisis del cerebro mostraron los aumentos en la corteza cingulada posterior , la unión temporo – parietal, y el cerebelo en el grupo MBSR en comparación con los controles identificados .
Los resultados sugieren que la participación en MBSR se asocia con cambios en la concentración de materia gris en regiones cerebrales implicadas en los procesos de aprendizaje y memoria, regulación emocional, procesamiento autorreferencial , y la toma de perspectiva.
12-. «¿Qué cambia en nuestro cerebro cuando practicamos las técnicas de Meditación de Atención Plena?»
Son infinidad de artículos e investigaciones médicas las que verifican que la práctica de la meditación con técnicas de atención plena es beneficiosa para la psique de las personas, pero lo más impresionante aún de esta práctica es todos los cambios que produce en el cerebro y a nivel neurocognitivo.
Aquí algunos de ellos:
Regulación de la atención + Conciencia Corporal + Regulación Emocional + Cambios estructurales en el cerebro y en la producción de hormonas.
- En meditadores se ha comprobado que hay un aumento de dopamina, relacionada con el incremento de la motivación y el seguimiento de objetivos y de serotonina implicada en funciones mentales como las emociones, la memoria, el apetito, el sueño y la regulación de la temperatura.
- La norepinefrina, relacionada con el estrés, se encuentra significativamente reducida.
- La concentración de melatonina, la hormona producida por la glándula pineal que regula el ritmo circadiano, aumenta y la concentración de parámetros de inflamación de cortisol se reduce.
- Además, hay pruebas de una influencia positiva en ciertos componentes del sistema inmune.
12-. Reduce el estrés
El estrés es muy dañino tanto para nuestra mente como para nuestra salud, ya que provoca ansiedad. Por suerte, la relajación conseguida a través de la meditación resulta de mucha ayuda.
Se ha demostrado que algunos de los beneficios de la meditación son la reducción de la tensión muscular, la disminución de la presión sanguínea y la mejora del ritmo cardíaco, ¡e incluso mejora las ondas cerebrales!
¿Quién no ha sentido alguna vez esa sensación de nerviosismo, sudoración o cambios bruscos del estado de ánimo? ¡Todos ellos son síntomas claros de estrés! Es habitual padecerlo en algún momento, pero conviene tratarlo para que no se convierta en estrés crónico.
13-. Mejora el sueño
Casi un 30% de los adultos tiene problemas para conciliar el sueño y esto se relaciona a menudo con la ansiedad y con una mente hiperactiva. Gracias a la meditación la conciliación del sueño resulta más fluida.
Meditar ayuda a calmar la mente, permitiéndonos concentrarnos en el presente y desenredar nuestros pensamientos. Incluso, entre los beneficios de la meditación destaca también obtener una mayor claridad y control sobre nuestras reacciones y respuestas por medio del descanso.
Obtener un sueño reparador es fundamental para poder encarar los retos de tu día a día.
14-. Reduce la presión sanguínea
La meditación contribuye a reducir la presión sanguínea y el ritmo cardiaco disminuye. Gracias a estos beneficios de la meditación, se minimizan las posibilidades de padecer úlceras y cefaleas.
Algunos estudios sobre meditación hablan incluso de los efectos positivos que esta práctica tiene sobre la salud cardiovascular.
15-. Reduce la tensión muscular
Cuanta mayor tensión mental concentras, más presión se traslada a tus músculos. Sentirte sobrepasado provoca agarrotamiento en las cervicales y las lumbares. Mediante la meditación, consigues reducir la tensión muscular acumulada.
16-. Mejora la salud en general
Entre los beneficios científicamente probados se ha demostrado que la meditación puede ser un gran aliado de nuestro sistema inmunológico. El organismo alcanza un estado físico por el cual es capaz de generar más anticuerpos de la gripe. Los beneficios de la meditación, por lo tanto, mejoran la salud en general para que nos sintamos más fortalecidos.