La meditación y su utilidad en el manejo de las emociones
La meditación es una práctica que se ejerce en diversas civilizaciones durante miles de años, ya sea como medio para cultivar un estado de bienestar, o para fines religiosos. Sin embargo, las tradiciones occidentales permanecieron relativamente alejadas de esta práctica durante muchos años.
El creciente interés en el pensamiento oriental durante los últimos 50 años ha acercado las prácticas de meditación a la sociedad occidental, adoptándolas herramientas para alcanzar el bienestar, por medio de la relajación y el manejo del estrés.
La popularidad que ha ganado la práctica de la meditación durante los últimos años ha despertado el interés de las ciencias del comportamiento por explorar sus beneficios y utilidad como herramienta de intervención en condiciones clínicas o de salud mental.
De acuerdo con el Dr. Arturo Ron Grajales, Coordinador Académico de la Maestría en Neuropsicología de CETYS Universidad Campus Internacional Ensenada, en la actualidad, vivimos rodeados de estímulos externos e internos (pensamientos) que a menudo “secuestran” nuestra atención y obstaculizan nuestro desempeño en actividades académicas, laborales e incluso interacciones sociales.
“En ese contexto, la constante repetición de la práctica meditativa favorece el desarrollo de habilidades para focalizar, mantener y redireccionar nuestra atención de manera voluntaria, así como cambios en la anatomía y función de estructuras cerebrales como la corteza cíngulo anterior, la cual juega un papel fundamental en el manejo estratégico de la atención para resolver un problema, reduciendo y evitando la interferencia de eventos distractores”, señaló el Experto CETYS.
Asimismo, destacó que la fecha, diversos trabajos han mostrado mejores desempeños en diferentes tareas que evalúan atención, así como incrementos en la conectividad, la actividad y el volumen del cíngulo anterior como efectos del entrenamiento en meditación.
“El fortalecimiento de la atención no solo representa beneficios para el rubro cognitivo y de aprendizaje, sino también en el aspecto emocional. Pues el individuo adquiere competencias y habilidades para centrar su atención en el presente. Gran parte de la ansiedad o estrés que experimentamos en el día a día, se relaciona con pensamientos sobre experiencias difíciles que ya pasaron o situaciones adversas que pudieran acontecer o no en un futuro. Es común que este tipo de pensamientos acaparen nuestra atención y nos generen un estado emocional poco favorable, que al prolongarse puede tener efectos nocivos en nuestra salud mental e incluso física”, refiere Ron Grajales.
Por lo anterior, señala el también académico, el manejo voluntario de la atención permite un vínculo más saludable con la emoción, pues la atiende en el momento que emerge y la deja pasar, evitando ser ‘secuestrado por la emoción’ y con ello el malestar que esta pudiera generar.
La práctica de la meditación se ha vinculado con repercusiones favorables en el manejo de la ansiedad, las emociones, la atención y respuestas ante situaciones de estrés. Actualmente existen múltiples tipos y técnicas de meditación, así como protocolos y planes de entrenamiento basados en prácticas meditativas de fácil acceso.
“Los resultados suelen manifestarse en la medida en que la práctica se integre en la vida cotidiana del usuario, pues la constancia es fundamental para ello. Se recomienda empezar con sesiones guiadas y cortas (de 5 a 10 minutos) para posteriormente ir aumentando el tiempo de las meditaciones”.
El Dr. Arturo Ron concluye que, sin duda, la meditación representa una herramienta al alcance de todos que puede resultar de amplia utilidad en el manejo de las emociones y que puede favorecer el desempeño del individuo en el acontecer diario.